martes, 27 de enero de 2009

domingo, 28 de septiembre de 2008

El desarrollo moral en el niño o niña

El desarrollo moral y, en general, la vida del ser humano se desenvuelve a través de sucesivas etapas que tienen características muy especiales. Cada una de ellas se funde gradualmente en la etapa siguiente. Si nos ubicamos en la etapa de la niñez, la cual se refiere a la de un niño o niña entre 6 y 12 años, en esta fase la formación moral tiene mucha relación con su proceso de socialización; para poder lograr así la autonomía , la cual es la meta más sobresaliente de esta etapa. Tal titulo ha alcanzar , es un proceso de educación social que enseña al individuo a colaborar con los demás y a respetar las reglas sociales, así como a favorecer el desarrollo de la personalidad y de la conciencia de solidaridad entre los individuos. El punto relativo de partida para lograr eficazmente la autonomía, es el ingreso del niño o niña a la escuela, acontecimiento que significa la convivencia con seres de su misma edad, se inicia así, a la conquista de la socialidad y además el desarrollo de sus funciones cognoscitivas, afectivas y sociales. El niño o niña, en esta etapa de 6 a 12 años, según patrones estadísticos y teorías , entre estas teorías, la de Jean piaget, presenta unas características tales como:
· Aprende a no exteriorizar todo, aflora, entonces, la interioridad.
· Son tremendamente imitativos, de aquí que necesiten el buen ejemplo de sus padres , familiares y educadores .
· El niño o niña se vuelve más objetivo y es capaz de ver la realidad tal como es. · Suma, resta, multiplica y divide cosas, no números.
· Adquiere un comportamiento más sobre sus realidades emocionales.
. Sus grupos de amigos es un factor importante para el desarrollo de si mismo y social.
· Pasa la mayor parte del tiempo viendo televisión, en el Internet, lee menos, más deporte, comparten y compiten con los del sexo opuesto.
Según todo lo anterior expuesto, la escuela goza de la luz de la fe, y por este hecho, un lugar privilegiado para proponer a sus alumnos(as) una educación basada en los valores esenciales con miras a constituir un mundo liberado de las amenazas tecnológicas de las telecomunicaciones (el Internet, la radio mal empleado) en las que se encuentran sumergidos nuestros niños que lo dominan hoy día. En esta perspectiva, los jóvenes aprenderán a rechazar los falsos valores de una sociedad decadente y a descubrir los verdaderos valores sobre los que una sociedad del amor puede ser construida.